
Después de un duro día de trabajo en la playa, de insolaciones, espaldas quemadas y muchas prisas, lo hemos conseguido; hemos realizado nuestra "obra maestra" en interacción con la naturaleza. Tras el sufrimiento antes narrado se ha dado vida a nuestra mejor obra de arte efímero, aunque sólo los ojos de unos privilegiados pudimos observar como lo que llevó su tiempo hacer era destruido por la subida del mar. A las 21.23 minutos la primera ola llegó tímidamente a nuestra creación para que poco más de media hora después quedara destruida y sepultada por las aguas del océano. Amigos, nuestra obra ya no existe, pero quedará constancia de ella en las fotos y estará grabada para siempre en la retina de quienes fuimos sus creadores.
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La niña erizo -
andres -
alfonso -